¿Quién fue el listillo y el sabiondo que dijo que a una boda no se podía ir de negro? Se dice que el protocolo así lo dicta, pero lo cierto es que también se dice que de noche no se puede ir con vestido corto y bien que muchas se lo enfundan. Y lo reconozco: muchas veces me salto a la torera eso del protocolo. Y es que el negro es un color que me saca de mucos apuros, y las bodas es un gran ejemplo.
Y parece que a las bloggers también, pues nos enseñan muchas propuestas con vestidos de noche que bien podrían servir para un evento de este calibre. ¿Lo mejor? La raja de cada uno de los modelos que nos dejan al aire la pierna y nos dan ese toque sexy a lo femme fatale sin enseñar más de la cuenta.
Me gusta llevar este color ya que me ayuda a arriesgar con los complementos. Unos zapatos vistosos, un clutch más atrevido de lo normal… Además casa con todo: nude o dorado son mis combinaciones favoritas.
Aunque siempre hay la típica chica que arriesga con el vestido aunque éste es negro. Un claro ejemplo lo tenemos con la protagonista de Columbine Smille donde su atuendo es arriesgado pero ese color hace que no llame tanto la atención.
¿Qué os parece esta tonalidad?
Fotos | Atlantic Pacific, Gary Pepper, Columbine Smille
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