No solo las marcas quieren conquistar el mercado asiático centrado en China y Japón, junto a ellas también buscan entrar las famosas más internacionales, cuyos nombres no necesitan presentación. Victoria Beckham triunfa con su imagen y con su firma de moda en el mercado occidental pero toca seguir creciendo. Queda todo por hacer en China. Qué mejor que una portada en la Vogue China para dar otro empujón.
La ex Spice Girl y posterior exitosa diseñadora de moda, para sorpresa de muchos, entre los que me encuentro, se apunta a protagonizar otra de sus portadas hieráticas y frías. Habrá mejorado en estilo pero ello le ha llevado a la frialdad más absoluta. Josh Olins es quien la fotografía para la portada y no logra sacarla ni un esbozo de sonrisa.
La portada es bastante simple, un posado en plano medio, hasta la cintura, con un vestido de Nina Ricci de la temporada Otoño-Invierno 2013/2014 con un bustier con encaje y escote corazón. Ella lo combina con joyas de Tiffany & Co. El fondo es lo que no me gusta nada.
No es la primera ni la última portada asiática para Victoria Beckham. El año pasado, en mayo, también visitó China de la mano de Harper’s Bazaar con una imagen más adaptada al contexto, tras la fotografía de Chen Man.
Antes, en marzo de ese mismo año, se dejó ver en Japón con Numéro Tokyo sobre una silla de animal print junto a un abrigo de Burberry Prorsum.
Las tornas cambiaron, y lo que queda por ver.
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